viernes, 21 de noviembre de 2014

COMPORTAMIENTO "BIPOLAR"


La Señora Quiroga, Presidenta del PP Vasco, ha manifestado en los medios de prensa su preocupación e interés por la participación ciudadana, que considera un deber democrático y constitucional. Contrasta esta preocupación con el olvido (¿intencionado?) de que la Constitución también reclama para los Partidos políticos un comportamiento democrático (artículo 6: "Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna  y funcionamiento deberán ser democráticos."). La participación de los afiliados ha de resultar por tanto esencial.

Sin embargo en este tema no parece que la Señora Quiroga se sienta inclinada a favorecer dicha participación, por ejemplo, mediante la realización de primarias, que permita que la elección de candidatos a las listas Municipales y Forales sea hecha con las opiniones de los afiliados. Por el contrario se inclina una vez más por la designación "digital" de posibles candidatas sin experiencia, aún a costa de enfrentamientos internos en la cúpula. 

No es la primera vez que se advierte ese comportamiento "políticamente bipolar" de la Señora Quiroga entre lo que pregona y piensa y lo que hace. Ha sucedido recientemente con el tema de la ley de reforma del aborto, en la que su opinión era una y su comportamiento, acatando sin rechistar la decisión de Rajoy, ha sido otro muy diferente.

Contrasta este comportamiento con el de su compañero de Partido, Sr. Azpiroz, Diputado en el Congreso por Guipúzcoa, que no sólo mantiene sus principios sino que se manifiesta en desacuerdo con la actuación del Presidente Rajoy y lo hace público.


Desde luego a nosotros nos convence mucho más la postura del Diputado Azpiroz que la de la Presidenta del PP Vasco.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Quo Vadis PP de San Sebastián


La proximidad de las elecciones Municipales ha hecho que los Grupos Municipales en el Ayuntamiento de San Sebastián hayan definido sus candidatos a Alcalde, exceptuando el PP en el que existen reticencias internas para confirmar al cabeza de lista actual.

Según el estudio del Sociómetro vasco la perspectiva electoral no es nada halagüeña para dos partidos, el PSOE y el PP, en tanto que BILDU y PNV parecen confirmar o mejorar sus posiciones. La irrupción de Podemos, a costa del PSOE y de IU, contribuye a explicar esa estimación de voto dada por el Sociómetro, pero en el caso del PP hay que pensar más en un desistimiento de afiliados y votantes que pasan a engordar la abstención.

Con este panorama no es extraño que Borja Semper se haya negado, presumiblemente, a aceptar la candidatura a la Alcaldía por el PP y prefiera seguir en el Parlamento Vasco, esperando que lleguen las legislativas para, si es posible, optar al Congreso de los Diputados en Madrid.

Tampoco la estimación de votos en las Juntas Generales es favorable al PP y al PSOE, que pierden junteros, por lo que no se ofrece como lugar apto para una Arantza Quiroga, que seguirá en Vitoria.

En resumen, los puestos no son muy apetecible para quienes tienen otros mejores, pero sí lo son para los que están actualmente en ellos. Estos esperan ser confirmados y esa espera les “llena” de inquietud.


Dada la falta de primarias en el PP, los cargos actuales se convierten en rehenes de las listas, o sea del “aparato” del Partido hasta que sean revalidados o relevados.

Los viajes de los Señores Diputados



La explosión del asunto Monago con sus viajes a Canarias, ha puesto de relieve un asunto que la acostumbrada opacidad de la política española mantenía cubierto por un espeso velo.

La petición unánime de toda la sociedad española para que se ponga luz en el tema, que exista transparencia, ha sido desoída por los dos Partidos mayoritarios, que han preferido seguir cuidando sus intereses partidistas y hacer oídos sordos a los ciudadanos.

La propuesta aprobada por esos partidos de informar de los gastos globales realizados en los tres meses anteriores, supone que seguiremos sin la transparencia deseada y que casos como el del citado Sr. Monago quedarán en el seno de cada grupo político. Y sin que lleguen a los ciudadanos salvo por filtraciones interesadas.

Por ello no pueden sorprenderse tales Partidos políticos del gran crecimiento de movimientos como Podemos, ya que persisten en el error de considerar a los españoles como menores de edad y no merecedores de un trato como a personas formadas.


La demanda de transparencia en el trabajo de los Diputados sigue en pie porque es un deber inexcusable, que cuanto más se retrase más problemas acarreará a esos Partidos.

SOBRE CÓMO DEBERÍAN SER LOS POLÍTICOS



Decía Platón que los políticos, gobernantes de la “Polis” griega, deben ser los mejores entre los ciudadanos y además, dejar de atender los negocios propios para pasar a atender los negocios públicos.

Pero la atención de los asuntos públicos, dejando de lado los asuntos privados, puede conducir a la situación en que se halló el Presidente de Gobierno Ríos Rosas, cuando en su lecho de muerte, dijo a un amigo íntimo: “Te encomiendo a mi mujer y a mi hija. Todo lo que tengo son cinco duros en esa mesilla de noche”.

Las noticias recientes de muchos políticos que se han preocupado de sus negocios particulares, a costa de los negocios públicos, y la certeza de que entre ellos no están los mejores ciudadanos, nos hace pensar que algo está fallando entre nosotros.

Una máxima certera nos dice: “Los funcionarios públicos, pocos, buenos y bien pagados”. Extendiendo esa máxima a los políticos, diremos “Los políticos, muy pocos, muy buenos y muy bien pagados”.

Si Platón decía que deben ser los mejores, eso coincide con la afirmación de que deben serlo, en lo moral, en lo intelectual y en carácter. Si deben ser así, forzosamente no habrá un gran número de ellos, por lo que su número debe restringirse al mínimo y sin que se confunda la tarea del funcionario público con la del políticoAmbas categorías tienen sus atributos y cualidades específicas que no coinciden o no tienen por qué coincidir. Es por ello un grave error y una falta moral extender las designaciones políticas partidistas entre los niveles más altos de funcionarios, para favorecer a los correligionarios y el clientelismo. Un ejemplo próximo, Francia, nos muestra la utilidad de que hasta el Prefecto sea un funcionario de carrera, que no se designa por el arbitrio político del momento.

Si queremos que sean los mejores, no podemos esperar que su trabajo lo hagan por nada. Ese trabajo gratuito solo lo podrían hacer los millonarios y los que, por herencia, tiene la vida resuelta y no habría una verdadera igualdad de oportunidades y en consecuencia, no se aseguraría la elección de los mejores. Si queremos que un Presidente de Gobierno o Ministro se vean en igualdad en la gestión pública, frente a un Presidente de empresa, que gana 3, 5 o 7 millones de euros al año, no podemos asignarles un sueldo de 90.000 euros.

Por ahora eso se resuelve mediante la continuidad en la atención del negocio privado, Registrador de la Propiedad, aunque sea a través de un colega, pero recibiendo el 50% de los ingresos netos. En definitiva, no hay dedicación completa y exclusiva a los negocios públicos y eso se da en todos los niveles políticos.

¿Cómo se soluciona eso?

Subiendo los sueldos del Presidente de Gobierno y de los Ministros hasta los niveles de los ejecutivos de la empresa privada, con sometimiento a la exacción fiscal correspondiente por parte de Hacienda. 

Si alguien se asusta pensando en el excesivo coste que ello puede representar, hay que volver a recordar lo dicho antes: “Políticos, muy pocos”. Es decir que no hay que preocuparse tanto de los sueldos individuales, como del NÚMERO de políticos, que hoy día en España es verdaderamente excesivo. Solamente así podremos ofrecer a los mejores un atractivo suficiente para poder dejar los negocios propios y atender en exclusiva los negocios públicos. Si los mejores nos gobiernan, la inversión se recupera, y la Sociedad se ve favorecida con los óptimos resultados de un buen gobierno. Un primer paso consiste en incluir en ese sueldo, las dietas, gastos de representación y otras gabelas variopintas que existen, no se conocen por la ciudadanía y que tampoco se controlan.

Sin olvidar que el afán de servicio a los demás y la honorabilidad que la función produce, ser primeros en el protocolo, invitaciones a los actos públicos, etc, contribuyen a una remuneración en especie, sin que por tanto haya que alcanzarse una paridad exacta con el sector privado.

Debe de controlarse la elección de esos políticos, en la fase de candidatos, por los propios partidos políticos, mediante la transparencia y la democracia internas, exigida por la Constitución para comprobar que cumplen con los requisitos exigidos. 

Y  deben ser fiscalizados cuando ya son elegidos, mediante las leyes existentes y su aplicación por los órganos previstos, formados por funcionarios, jueces, fiscales, inspectores, a cubierto de esos mismos políticos. No obstante no es tan importante el control como la transparencia, de modo que todos sus actos estén visibles a los ojos de los ciudadanos.


Por último, los políticos no deben ser funcionarios, porque la imparcialidad del funcionario se pierde al adoptar una posición partidista. Si por alguna razón un funcionario da el paso a la política partidista, lo debe hacer sabiendo que no podrá volver a serlo. La experiencia nos muestra como un funcionario al volver a su puesto después de una etapa de posicionamiento político público, no es capaz de actuar con equidad y sin favoritismos. En la actualidad la mayor parte de Diputados en el Congreso provienen del funcionariado público...

Manifiesto Libres e Iguales



Desde Basque Sumando, nos sumamos al manifiesto de la Plataforma Libres e Iguales:


España vive un momento crítico.
El secesionismo catalán pretende romper la convivencia entre los españoles y destruir su más valioso patrimonio: la condición de ciudadanos libres e iguales. El nacionalismo antepone la identidad a la ciudadanía, los derechos míticos de un territorio a los derechos fundamentales de las personas, el egoísmo a la solidaridad. Desprecia el pluralismo social y político, y cuando trata de establecer fronteras interiores arrincona como extranjeros en su propio país a un abrumador número de ciudadanos. El secesionismo catalán se hermana con el populismo antieuropeo y promueve la derrota de la democracia española. Evitar esa derrota es responsabilidad de todos y la primera obligación de los partidos políticos.
Hasta ahora el desafío secesionista no ha recibido la respuesta que merece. España es hoy un Estado a la defensiva y en sus élites prevalecen el tacticismo y la resignación. No existe un auténtico debate público sobre el fondo gravemente reaccionario del nacionalismo ni sobre las consecuencias de su proyecto para la libertad, la igualdad y la seguridad de los ciudadanos. En cambio proliferan maniobras opacas para ofrecer nuevos privilegios al nacionalismo a costa de la soberanía de los españoles.
En estas circunstancias, los abajofirmantes, ciudadanos radicalmente comprometidos con los principios constitucionales de la libertad y la igualdad, entendemos que es imprescindible abrir un debate público que informe y comprometa al conjunto de los españoles. Nosotros asumimos la responsabilidad y pasamos a la acción.
Reclamamos al Estado que aplique toda la ley y advierta con claridad de las consecuencias de violarla. Ninguna infracción debe quedar impune y ninguna sentencia puede ser desacatada.
Pedimos a los partidos políticos que se identifican con los principios de libertad, igualdad, justicia y solidaridad que demuestren su compromiso con hechos. El Partido Popular, el Partido Socialista, Unión Progreso y Democracia, Ciudadanos, y cuantas formaciones quieran preservar las bases de nuestra convivencia democrática, deben:
1. Reivindicar la Constitución como consigna de ciudadanía y convivencia, sin renunciar a las reformas cíclicas que permitan que España sea una nación cada vez más integradora y de mayor calidad democrática.
2. Rechazar cualquier negociación que con el pretexto de evitar el conflicto que plantea el secesionismo catalán limite la soberanía del conjunto de los ciudadanos y el ejercicio de sus derechos.
3. Alcanzar un pacto público, solemne y conciso que establezca un compromiso transversal de unidad de acción frente al secesionismo y garantice la decisión de someter al referendo común cualquier alteración de las bases constitucionales.
Finalmente, nos dirigimos a todos los ciudadanos españoles.
Les pedimos que trabajen organizadamente por la deslegitimación intelectual y política del nacionalismo y que se movilicen con nosotros en defensa de la comunidad de libres e iguales que es responsable de la época más justa y fértil de la historia de España.
En Madrid, a 15 de julio de 2014